En las últimas semanas ha surgido una nueva corriente mediática que proclama una magnifica teoría por la cual se oculta la (triste) realidad.
Ocultar: Impedir que alguien o algo se vea, se sepa o se note.
La primera sensación al escuchar los argumentos de esta hipótesis, fue recordar al gran ilusionista David Copperfiled cuando hizo desaparecer la estatua de la Libertad ante la mirada atónita de cientos de espectadores.
La acción se denomina “De Interés, Local”, consiste en aprovechar las cristaleras de locales sin actividad comercial para exhibir obra de artistas.
Hay quien afirma que esta iniciativa lo único que hace es enmascarar la realidad que se vive en Torrelavega, es decir, la crisis obliga a cerrar negocios, los cuales quedan ocultos e invisibles detrás de una agradable fotografía.
Esta accion ha originado el Ocultarismo, y sus fieles seguidores los Ocultaristas, que al igual que Copperfield con sus trucos asombrosos, también ha conseguido esconder la realidad que estamos padeciendo. ¿Es realmente posible esto? Pues parece ser que sí.
Si dicho mago para hacer sus ilusionismos se basa en una elaborada y compleja trama altamente secreta, desvelaremos a continuación los elementos que hacen posible el enigmático ardid que nos ocupa:
Os damos la bienvenida al CURSO DE “OCULTARISMO”.
Elementos necesarios:
- Locales vacíos, cerrados, sin ninguna actividad comercial.
- Carteles bien visibles de Se Vende o Se Alquila.
- Numero de teléfono de contacto del propietario o agencia inmobiliaria.
- Localización céntrica para que así el efecto sea más impactante, aunque es eficaz también en zonas periféricas.
- Artistas que estén dispuestos e interesados en exponer su obra.
- Laminas de 175 x 125 cm.
Acción:
- Colocar dicha lamina en la cristalera del local.
Efecto:
El local desaparece, eso sí, con algunos matices:
- El cartel de Se Vende o Se Alquila sigue estando, al igual que el número de contacto.
- La inactividad perdura, la suciedad también y curiosamente el local sigue estando visible perfectamente.
Conclusión:
Por lo tanto, según la ideología de esta nueva corriente, conlleva a que el local ha desaparecido y no se aprecian los devastadores efectos de la crisis económica.
Bienaventurados los Ocultaristas…